Pablo Pérez, psicólogo y docente de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Piura, explica por qué es importante la enseñanza presencial para el desarrollo humano y social de los estudiantes.
Por Fernanda Vegas Sernaqué. 03 marzo, 2022.
Para el psicólogo y educador de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Piura, Pablo Pérez, la educación no sólo debe limitarse a la transmisión de conocimientos a través de la enseñanza virtual, sino que es fundamental recuperar el contacto para transmitir a los alumnos aprendizajes a nivel social y personal. Considera que el rencuentro entre alumnos y docentes es fundamental para la formación humanística de los estudiantes.
Asimismo, el formador de generaciones de educadores, resalta que la presencialidad aporta aprendizajes más allá de los conocimientos transmitidos verbalmente. “Los muchachos necesitan estar con los demás, ver cómo piensa uno, cómo piensa otro, cómo es el trato… una serie de cosas que llegan a ser virtudes personales. Respecto al trato con los profesores, dice, es importante el ver a sus profesores (que tienen mayor formación), cómo se portan, cómo estudian, cómo los atienden, todas esas cosas son fundamentales”, señala el psicólogo.
Sin embargo, las enseñanzas que se transmiten de manera tácita en las instituciones educativas, no sólo benefician a los estudiantes, sino también a los docentes. En este caso, Pablo Pérez destaca la necesidad de intercambiar opiniones y reacciones en las aulas. “El profesor también necesita ver las caras, las reacciones de los muchachos cuando le escuchan. Eso hace que la presencialidad tenga una riqueza que la distancia no permite”, sostiene el especialista.
Añade que las habilidades blandas, aprendidas con el ejemplo en la actividad presencial, son fundamentales para el desarrollo social, e incluso, para el futuro laboral de los estudiantes. “Cuando uno va a un trabajo, se imponen una serie de tareas a realizar. Es importante ese entrenamiento en las exigencias de la vida, del profesor, de los demás, el trato con ellos, el atender lo que necesitan… es fundamental aprender todo ello para que la vida sea social y sea grata”.
La enseñanza en las aulas, según el psicólogo, también potencia las capacidades cognitivas, pues exige a los alumnos razonar y profundizar en los problemas, en lugar de encontrar las “soluciones fáciles” que brinda la virtualidad. “La vida intelectual se desarrolla en el esfuerzo por encontrar la respuesta. La distancia está evitando esto porque el hombre, hoy, tiene una comodidad alimentada por los métodos virtuales”, explica el docente.
El educador destaca que no sólo el aprendizaje es valioso para el ser humano, sino que, las emociones vividas en el campus también forman parte de la experiencia de los jóvenes. “La vida estudiantil y universitaria es maravillosa y no haber tenido esa experiencia es un déficit en la vida que se nota”, sostiene. El trato personal es también importante la formación social y el valor que se les da a las personas, acota.
